Por: José Nuñez.
Es oportuno hablar del tema de la reelección, ya que a diario vemos, oímos y leemos en los diferentes medios de comunicación, a muchas personas y hasta a intelectuales, especialmente del área política y social, abordando erráticamente este término, lo que no sabemos es, si es por desconocimiento o por puros intereses personales o grupales.
El prefijo RE según la Real Academia de la Lengua, RAE, significa «repetición, detrás de o después de (sin interrupción), es decir, que denota intensificación, recargar, también puede indicar oposición, resistencia o negación».
Reelección «es la acción y el resultado de reelegir. Este verbo se refiere a elegir nuevamente algo» que está activo. «El uso de esta palabra, de todos modos, está asociado al ámbito de la política».
La reelección, se ha dicho, en este sentido, que consiste en volver a votar por un funcionario (que esté en el cargo) para que siga ocupando el mismo puesto.
Por eso es que se dice, en una dictadura, como la gente no elige a los gobernantes, no existe la reelección, sino que los dirigentes asumen el poder de facto, es decir, literalmente por la fuerza de los hechos, sin usar los mecanismos legales instituidos y democráticos.
Entonces, se habla de reelección presidencial inmediata, «para describir la acción de un presidente que se postula a ésta mientras todavía se encuentra en ejercicio, buscando extender su mandato en el ciclo directamente posterior», o sea, debe ser algo continuo, sin pausas.
De ahí es, que el concepto de reelección se tiene como algo que debilita la democracia, porque al ésta buscar el equilibrio entre los competidores, enfrentarse a una reelección presidencial no es una tarea fácil, ya que el gobernante que está en el poder, no hay forma de que sea una competencia justa, existen siempre mucho más ventajas que desventajas cuando se compite desde el poder, y mientras menos desarrollado sea el país y sus instituciones, peor aún para el o los oponentes.
En ese contexto es que se dice que las reelecciones no son la mejor receta de un buen escenario democrático o de una competencia con cierto nivel de equilibrio.
Lo que estamos puntualizando es que la palabra reelección se aplica a algo que existe y que se le quiere dar continuidad, como es recargar sin esperar que ya no exista carga, intensificar, porque, si algo está activo y entra en descanso, cesó, usted no puede decir que va a una acción continua, ya que se descargó, debe ser algo ininterrumpido, como es la intensificación de algo que se hace, y obviamente, se quiere seguir ejecutando.
De ahí, que si a un presidente se le pasa un período o más sin gobernar y quiere volver a serlo, tendrá experiencia, será su segunda, tercera oportunidad…, un expresidente, pero si viene de una pausa, utilizar el término reelección, está conceptualmente mal expuesto según la institución guía por excelencia del idioma español, la RAE.
El cuestionamiento a más de un período de reelección viene por la complejidad de un mandato presidencial, resulta altamente difícil gobernar por varios períodos ininterrumpidos, especialmente por más de dos, sin importar que el mismo sea con el apoyo popular, ya que la popularidad puede ser inducida en grados importantes.
No es por coincidencias que en muchos países, incluyendo la República Dominicana, en sus textos constitucionales se plantea que las leyes jamás deben ser aprobadas por el clamor popular, todo lo contrario…
Inclusive, hasta se dice, que con reelecciones continúas se puede poner en riesgo la gobernabilidad, y el equilibrio democrático, sucumbe de hecho.